Siempre nos quedará París.
El título de este post está
referido a un diálogo en la cinta Casablanca,
protagonizada por Humphrey Bogart (Rick)
e Ingrid Bergman (Ilsa). Es la despedida
de Rick, quien pide a Ilsa que retome su vida junto a su esposo; aquellos gratos recuerdos de la vida los
podemos guardar y continuar por los sinuosos caminos que esta nos depara. En lo particular tengo muchos muy buenos
recuerdos que puedo compartir con ustedes: el primer empleo formal que
conseguí, la felicitación de mi madre cuando logré terminar el bachillerato (yo
fui un desastre, me metía en líos diversos y no pensaban que realmente terminara
esos estudios), la titulación universitaria de mi hermana, el nacimiento de mis
hijos, la borrachera que me puse con una novia a quien quise mucho, ja ja ja ja,
en fin.
Ahora
bien, el diálogo de la película Casablanca
dice más o menos así, la escena ocurre
en el aeropuerto (la transcripción del diálogo es mía) justo al final de la cinta:
Ilsa- Lo dices
porque quieres que me vaya.
Rick- Lo digo
porque es la verdad. Los dos sabemos que tu lugar es con Víctor. Tú eres parte
de su obra. Si no vas con él, te pesará. Quizá no ahora, pero más tarde, toda
la vida.
Ilsa - ¿Y
nosotros?
Rick- Nosotros
siempre tendremos París. No lo teníamos hasta que viniste a Casablanca. Anoche
lo recuperamos.
Ilsa- Y yo
dije que nunca te dejaría.
Rick - Nunca
me dejarás. También tengo obras que realizar. No puedes ser parte de lo que yo
debo hacer.
No recuerdo qué edad tendría
cuando vi por primera vez esta película. Me pareció una novela como
las que mi mamá y sus amigas veían en la televisión pública mexicana (cabe
mencionar que la televisión en México puede ser de calidad técnica
espectacular, de primer mundo, pero sus contenidos son pobres y aspiracionales). Era muy chico aunque me llamaba la atención
el tema de la película que se repetía
una y otra vez. Tal vez volví a mirar la
película hasta mucho tiempo después: en una tienda escuché esa tonada As time goes by, y fui a mirar con mayor cuidado esa película
de Warner Bros. Un amor que es imposible
de concretar tal como si se tratara de una tragedia. Me enamoré de Ilsa (vamos, ¿quién no se ha
enamorado de algún personaje en el teatro,
en la literatura, en la música?) y pensé que podría encontrármela en algún
sitio cercano a la escuela. Nunca ocurrió.
La película recibió premios, esos datos no los tengo pero aquí amablemente una chica de Chile los proporciona. En la trama de la cinta Rick tiene los salvoconductos que permiten a Víctor e Ilsa viajar fuera de Marruecos. Decide ayudar a Víctor, aunque le duele reconocer que Ilsa aún lo perturba emocionalmente. A pesar del ofrecimiento de Ilsa para quedarse a cambio de la salvación de Víctor, Rick se porta a la altura de los acontecimientos y le entrega a la pareja los permisos de tránsito. Es un personaje maduro, responsable, con una máscara de educada frialdad. Sacrifica su amor ante los ideales que lo rigen: patriota, comprometido con la lucha antinazi, aunque confunde al espectador, pues pareciera que entregará a Víctor Lazlo a la policía para quedarse al lado de Ilsa Lund.
Es la película Casablanca una de mis favoritas. Tal vez les puede dar flojera por el formato (blanco y negro, nada de sonido en Dolby 5.1 canales, etc.) pero puedo asegurarles que es una muy buena pieza que no puede faltar en nuestra colección (física o mental) de películas. El cine me ha gustado desde entonces. El tema del sacrificio en aras del bienestar de nuestro amado es tomado de forma atractiva y verosímil. Y para finalizar la escena de Ilsa y Sam cuando ella pide que cante As Time goes by. Hasta me dan ganas de abrir una botella de whisy tal como hace Rick al quedarse a solas, rumiando para sí, su amor fallido.
"Here's looking at you, kid".
"Here's looking at you, kid".
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